De tangos y nostalgias
Hoy todo el día estuve escuchando tangos. Clásicos, no muy clásicos y electrotango. Nostalgias. Ayer... y después. Todo el día mirando para atrás. Escuchando letras de personajes que sufren, que lloran pero que no quieren llorar. Engayolados que sufren por su mina. El garufa que pasea por el Parque Japonés. O aquél que recuerda a los de la barra que ya no están. Pasado, todo tiempo pasado fue mejor. Por eso es que nos pasamos la vida mirando para atrás y no prestamos atención al hoy. Nos perdemos los mejores detalles del ahora sufriendo por aquello que no fue como queríamos que fuera. Y entonces nos embarga la angustia, la tristeza, la melancolía. Y quedamos con toda esa sensación en el pecho que provoca que nos sentemos frente al teclado y comencemos a escribir y escribir y escribir y... Y que pasaría si dejáramos de mirar para atrás? Estaríamos mirando o tratando de adivinar lo que viene más adelante. El bendito futuro que seguro que deseamos que nos salve. Y con él toda la carga de ...